Las camisas IKE se hacían en La Fábrica de Camisas Confecciones Gijón S.A., fundada en 1952, que llegó a ser la empresa textil más grande de Asturias, con alrededor de 700 trabajadores, la mayoría muyeres. En los años 80, la crisis del sector textil europeo afectó a la empresa. Las trabajadoras se movilizaron casi diez años, reclamando un proyecto empresarial nuevo y la garantía de que iban a recibir compensaciones económicas. Al cerrar la fábrica, las trabajadoras de IKE empezaron un encierro en la fábrica que duró cuatro años, hasta mayo de 1994. Lucharon como no se viera antes en la reconversión asturiana. El caso de las mujeres de IKE es singular porque las mujeres sí se movilizan, no se resignan a la pérdida del empleo y apuestan por la lucha colectiva. Apuestan por hacer lo que hasta entonces habíamos visto hacer a los hombres en Gijón y Asturias: los de la naval, los mineros. Los que quemaban barricadas eras hombres. Cuanto más se reduce la plantilla, más fuerte es la re...